lunes, 28 de enero de 2008

Miedos

Lejos de adormecer mis sentidos, como se me había advertido, los medicamentos me han demostrado que siempre tengo la razón y siempre estoy equivocada. Que efectivamente un ansiolítico no soluciona la causa del miedo, pero te ayuda a enfrentarlo. Que no debo luchar más contra el miedo, debo ponerme de su lado y no como antagonista, debo hacerme una con él y entenderlo, es la única manera de vencer.
Es como dejar que el monstruo de tus sueños te devore, partes arrancando de él, luego, con el tiempo, peleas contra él, pero nunca dejas que te devore, nunca te planteas una noche intentar soñar con tu monstruo y dejarte llevar, lanzarte al vacío en un supremo acto de fe.
¿y si nos dejamos devorar?
Tengo demasiado monstruos adentro, he peleado con algunos y he arrancado de otros, por ahora trabajo con los leones porque son quienes más han evolucionado conmigo desde la niñez.
De niña siempre soñaba que llegaba a una gran casa que tenía un escudo de piedra con un león. Yo miraba por la ventana y por todo alrededor había leonas con sus crías, sentía miedo. También soñaba que entraba un león, o varios a veces, y yo me subía sobre los muebles y trataba de no hacer ruido. Con los años logré volar y elevarme lo suficiente del suelo para que no me alcanzaran, pero en el momento que me daba cuenta que volaba perdía el don. En el proceso se fue sumando gente, debía cuidar a mi hija, salvar más gente, a veces un estadio lleno de gente a merced de los leones y debía enseñarles a volar pero no recordaba cómo.
Ahora sueño con leones enjaulados, debo liberarlos a pesar del peligro que creo representan...tengo que abrir esas jaulas y me cuesta tanto, pero es imprescindible que los libere, por ellos y por mí y la demás gente. Hay un peligro mucho mayor y sólo los leones libres pueden vencer.
Y ahí estoy por ahora, tratando de manipular mis sueños para que se repitan y atreverme a abrir las jaulas.
Debo encontrar mi león y dejar que me abrace y me devore. Ya casi me siento parte de ellos.

2 comentarios:

Vicente, el hombre que soy. dijo...

Querida hermana:
No emas al león; eres tú misma encerrada or el miedo y la supertición de otros. Déjale salir, elige bien a tu bestia y ella te guardará.
Estamos a las puertas del milenio y debes ser capaz de dar ese salto; llegó tu momento, por lo que debes ser tú misma.
Un beso.

Anónimo dijo...

Hola Un salu2 q llegue hasta alla como han dixo anteriormente estas despertando da un poco de miedo verdad!! mira sientate antes del ocaso y piensa en todas las cosas buenas q han de suceder en el futuro siente la esperanza al terminar el dia has tus promesas y propositos y abraza la nueva vida