Primera caída

Viajaba a tranco suave el caballero en su lujosa carroza cuando en medio de la vía una vieja, desgreñada y macilenta le obstruyó el camino entre cuencos y harapos.
-Hazte a un lado, escoria!! gritó uno de los cocheros. Pero viendo que la vieja no se movía se bajó del caballo e intentó moverla , con vano esfuerzo, a un costado del sendero.
El caballero intrigado por la demora asoma su cabeza por la ventanilla y la insta a moverse.
-Sólo si tu me levantas-responde la vieja-llevo días sin alimento y mi carga es mucha, seguramente con tu fuerza de hombre joven podrás hacerlo.
El caballero, estupefacto por tal osadía, se baja furibundo y camina hacia la vieja.
-¡¡pero como se te ocurre semejante barbaridad!! sin duda debes estar loca...llevo prisa, debo llegar antes del anochecer. -Cochero, chambelanes tiren su carga al despeñadero y la corren.
Los criados cumplieron las ordenes y el caballero se dispuso a volver al carruaje, no sin antes notar un atemorizante destello verde en los ojos de la anciana, que incluso hicieron encabritar a los caballos y caer al caballero al barro.

-primera caída, primer moretón, primer dolor sin causa, primer esgoísmo-dijo la anjana retornando a su hermoso aspecto original.