lunes, 12 de mayo de 2008

¿habrá esperanza?

¿quién te castigó?
¿por qué sentiste que debías dar el gusto constantemente para que no te castigaran, para que te amaran?
...y el mismo número de veces metiste la pata.
y ahora comienzo a entender, algunos niños, muchos niños, nacen ya con la culpa de haber nacido, por eso nos reconocemos entre nosotros, cada pelea en casa, cada grito, cada problema creemos que de alguna manera somos culpables...y tenemos miedo, generamos miedo.Y no discriminamos el miedo, comenzamos a temer a todo, nos volvemos tímidos o soberbios, sociables o retraidos...o resentidos.
Mi hija no tuvo ese sentimiento porque no hubo con quien pelear. Había 2 madres y una mandaba, la otra no tenía pito que tocar. Yo, en cambio, fui una niña que sintió todas las culpas porque había uno malo y otra buena, pero yo quería al malo aunque le temiera, me gustaba conversar cosas entretenidas con él, y me sentía culpable por tratar de defender a la buena y darle en el gusto y que ella jamás se diera cuenta de mi esfuerzo porque me quisiera porque siempre estaba tan ocupada, "porque el amor se demuestra con hechos y no con palabras ni arrumacos".Y nunca se percibieron mis acciones de niña chica. Yo me volví soberbia, fue mi defensa. Luego depresiva y comencé a somatizar todo porque no quería vivir, la vida me parecía sólo un castigo tras otro.Mi hija me paraba entre el estar a punto de y la acción definitiva.Lo conversamos tantas veces con padre.De su muerte y de la mía ¡¡y estábamos tan de acuerdo en la forma!! pero su momento de lucidez hizo que rompiera el trato, pero tal vez si cumplía no lo hacía, quien sabe.

¿y que pasa cuando hay dos que gritan y rompen los platos?
los niños se hace caca porque quieren volver a ser bebés para sentirse protegidos.
los niños soñados,los que todos quisiéramos tener para mostrar en público y regalonear en privado, los ángeles hechos carne que vinieron a darnos su luz como compensación a un mal pasado, ellos también pueden convertirse en ogros...o en niños que jamás crecen para no hacerse cargo de sí mismos, hasta que un día se dan cuenta que sólo vivieron una niñez asustados del monstruo del armario y la niñez duró 60 años y no hay marcha atrás.... y se cuelgan...

Yo fui niña 40 años. Si la vida me lo permite quisiera morir mayor, tranquila, ojalá con mis amigos y seres queridos. Encontrarme con la muerte como volviendo a la candidez de un niño sano, tranquila, confiada, en paz.


***en general escribo para mí, mi terapeuta y un par de amigos que me leen. Los dos últimos escritos tienen destinatarios,el primero ya llegó a destino, el segundo zarpa esta noche y seguramente arribará mañana a puerto, a aguas mansas espero ....espero no me odien.

No hay comentarios: