sábado, 10 de enero de 2009

Momento

Intento estirar los músculos mientras leo y escribo, divago. Me detengo a respirar, a oler, mi hombre prepara la cena y aromas maravillosos impregnan el ambiente. Escucho a la hija escuchando música en su habitación, río con madre que ríe de buena gana con algo que ve en televisión. Algo más allá Lourdes teclea y maquina, maquina y teclea, Petra dibuja una y otra vez el gran diseño ("está vez sí que doy en el clavo"), los gemelos duermen al fin entre brujas y dragones, son los príncipes de míticas espadas, los rostros de demonios enajenados se transforman magicamente con el sueño y los convierte en querubines de piel blanco-rosa. Los vecinos preparan el asado de rigor y comienzan los primeros acordes (familia de artistas), al otro lado el ruido de platos terminados de lavar y el cerrar de portones y rejas de la vecina viejita que está atrasada para su encuentro con la oración y el sueño.
Pienso en Vicente y en cuantos cafés nos quedan por conversar, ojalá por muchos años. En su voz que me calma más allá del tema que se converse.
Pienso en un hombre que amé muchísimo y hoy sufre sin posibilidad de recibir ni entender mi cariño. En su mujer y sus hijas por las que siento tanto amor. En que quisiera estar para ellos pero no logro acercarme sin despertar suspicacias de una u otra parte porque las partes jamás entienden que los amores puros no optan por bandos.
Pienso en que le debo una respuesta a Anarkangel en lo del tarot, que la escribí en el mensaje anterior y se borró al publicarla. Pero siendo para él decidí no repetirla, decidí que las cosas pasan por algo, más cuando él está involucrado, así que convertiré esa respuesta en un nuevo tema.
Pienso que la señora Leonor Dinamarca habla con razón al cobrarme que le debo unos cafés.
Pienso que la señora Carola Jorquera me debe unos cafés.
Pienso en el Shaka, esquivo, esquivo, esquivo. Quiero verlo pero entre su falta de esfuerzo y la mía no llegaremos ni a mitad de camino. Sólo me queda clamar "follow me!! follow me!!"

Y los ríos púrpuras desvían mi atención, el ruido de las tripas me vuelve al ahora.

3 comentarios:

Vicente, el hombre que soy. dijo...

Gracias hermana por lo que me das. Eres una mujer maravillosa, íntegra y sobretodo muy comprometida con quienes amas. Y sí, también creo que nos hace falta un nuevo café, así podemos compartir.

Anónimo dijo...

Ups... puede ser té? mire que la gastritis me cobra la vida en estos días...
pero la conversación que acompaña es la misma.
Abrazo!

LEONOR DINAMARCA dijo...

Vale!...
esos de los cafés es sublime, pensando en que he encontrado mexclas exóticas o que me traen café de remotos lugares... por otra parte mi cafetera es de tomar y llevar a cualquier parte. Podemos patiperrear por ahí prender fuego en cualquier esquina y... magia... café recién preparado.
Otra cosa importante es que se dice que parezco sacada de una película de Kusturica... así es como de pronto voy en micro y se sube un violinista... ovoy a un café cerca de Lastarria y aparece un rubio interesante tocando acordeón... por ende puede ser posible que en donde estemos aparezcan músicos atados a un árbol para amenizar la fiesta...
(eso es lo bueno de tener pacto con el diablo)